Nos ha llegado ésta foto de la barbecué de ayer en la que se ve a Peska y una mano que, juran los testigos, no estaba allí. Peska dice que podría tratarse de el espíritu de sus almorroides, buscando venganza tras la parrillada, chorizada, costillada, cervezada que se acababa de meter entre pecho y ojete. Seguiremos informando.
1 comentario:
escalofriante... cuando llega el rancho te avisa la almorrana
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